Enseñanzas autoinducidas

Hace un tiempo, en mi trabajo, tuve la oportunidad de elegir a mi próximo compañero. Solicité CV's entre mis compañeros de curso, y recibí suficientes para regodearme. Dejé 2 "finalistas".

Mi criterio: los peores de los peores CV's.

Faltas de ortografía y redacción, poca trayectoria, los menores conocimientos... mi objetivo era que quedara el mono más inútil posible. ¿Por qué? quería tener al lado a alguien que me hiciera ver mejor en comparación. ¿Buena idea, no? NO!

El mono que quedó es todo lo que esperaba de él: lento, quejumbroso, maleducado, poco vivo, apenas sabe hablar... imaginen escribir. ¿Por qué fue mala idea? Por lo obvio: tuve que CONVIVIR con este mono por meses y meses, hasta que pidió un cambio de obligaciones dentro de la misma empresa, y Budalá oyente se lo dieron. ¿Cuál es mi lección?

Elige a la mejor gente posible a tu alrededor, sin importar las circunstancias. Es mejor alguien brillante haciéndote sombra que un patán regalándote estrés.

Bueno, al final la historia fue para mejor. El patán se convirtió eventualmente en un individuo civilizado (sospecho que gracias al trabajo) y ahora me cae muy bien, incluso lo considero un amigo. Supongo que tan sólo le faltaba madurar (y a mí, tolerar). Esto no quita la enseñanza eso sí. Incluso agrega una:

El tiempo hace de un patán un individuo civilizado, aplicando suficiente vida adulta.

Nietos, atentos.

Comentarios

Entradas populares