Death on two legs
Cuando tengo internet durante la noche es muy difícil no estar unas 3 horas tratando de dormir para luego abrir el notebook y hacer una entrada de blog como esta. Me pasa frecuentemente, me despido de todo el mundo, me acuesto, miro el techo escuchando música, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso, pienso y me levanto porque TENGO que hacer algo y no se puede dejar para mañana. Esta vez fue la tarjeta de navidad para mi polola.
La tarjeta sigue en su sobre y yo sigo escribiendo aquí. Pienso qué decirle. "te amo." "contigo me siento feliz". "quiero seguir contigo". "Lo entretenido de nuestra relación es que cada noche me duermo de una manera diferente. Algunas noches me duermo con el pecho hinchado y sonrisa de tonto, otras de costado, enojado con el tiempo porque no estoy cerca tuyo. Otras preocupado porque no conseguí que fueras feliz ese día. Es inmensamente difícil no equivocarse cuando apenas se está conciente del mundo que te rodea, como es mi caso. ¿Cuantos escritores no se han quejado de lo mismo? Cortázar agradecía a su señora por las noches que pasó en vela esperándolo a que volviera de su escritorio, en el prefacio de uno de sus libros. Te prometo, te juro que mataría por tener la capacidad de recordar que tú no sabes usar una tarjeta redcompra y que si me pides ayuda tengo que mostrarte el proceso completo y no dejarte espacio para que escribas la clave secreta mientras miro la portada de un diario arrugado en el restorán chino. Tenía la cabeza en esa sensación que me compromete con mayor frecuencia cada día, esa sensación de dejar una parte de mi vida en cada lugar que abandono y que esa parte de mi vida se queda, no se esfuma, se expande y llena un vacío que no existe en ese lugar, solo en mi cabeza, esa cabeza que sigue pensando en lo mismo una y otra vez: NO-ESTOY-ESCRIBIENDO.
Hace 3 años escribí mi epitafio en un cuaderno viejo que en la portada tenía un gato. Decía:
La tarjeta sigue en su sobre y yo sigo escribiendo aquí. Pienso qué decirle. "te amo." "contigo me siento feliz". "quiero seguir contigo". "Lo entretenido de nuestra relación es que cada noche me duermo de una manera diferente. Algunas noches me duermo con el pecho hinchado y sonrisa de tonto, otras de costado, enojado con el tiempo porque no estoy cerca tuyo. Otras preocupado porque no conseguí que fueras feliz ese día. Es inmensamente difícil no equivocarse cuando apenas se está conciente del mundo que te rodea, como es mi caso. ¿Cuantos escritores no se han quejado de lo mismo? Cortázar agradecía a su señora por las noches que pasó en vela esperándolo a que volviera de su escritorio, en el prefacio de uno de sus libros. Te prometo, te juro que mataría por tener la capacidad de recordar que tú no sabes usar una tarjeta redcompra y que si me pides ayuda tengo que mostrarte el proceso completo y no dejarte espacio para que escribas la clave secreta mientras miro la portada de un diario arrugado en el restorán chino. Tenía la cabeza en esa sensación que me compromete con mayor frecuencia cada día, esa sensación de dejar una parte de mi vida en cada lugar que abandono y que esa parte de mi vida se queda, no se esfuma, se expande y llena un vacío que no existe en ese lugar, solo en mi cabeza, esa cabeza que sigue pensando en lo mismo una y otra vez: NO-ESTOY-ESCRIBIENDO.
Hace 3 años escribí mi epitafio en un cuaderno viejo que en la portada tenía un gato. Decía:
Y miramos recostados el ocaso de tu mente
mediamos reposados el no pertenece de tu frente
recordamos angustiados tu alianza con la muerte
y finalmente
cuando el pasado forjó torcido al presente
pudiste caer cantando.
3 años (otros 3 años) el poder formalista de la Pontificia Universidad Católica de Chile convirtió mi cerebro en una perfecta máquina de teorías y conclusiones, mientras me forzaba a memorizar todas esas brillantes ideas de tanta gente que NUNCA fue coartada como yo. Esos 3 años fueron hace 2, y el daño aun no está deshecho. Esta entrada de blog es perfectamente coherente, entendible, concisa, englosada... pero NO-TIENE-ALMA.
Recuerdo que, inmensamente desesperado, durante esos años me atrincheraba en una sala de computadores de san joaquín y liberaba al parásito poético en emails a una amiga, la Natalia. Ella recibía de buen grado esos correos, los respondía, se jactaba de ellos con sus amigas. No, no eran insinuaciones ni nada parecido, simplemente le decía cómo me sentía directamente, sin el maldito filtro formal de la UC. Esos correos me daban energía suficiente para salir a la isla PUC y vivir de raciones de malos poemas por un tiempo.
(Eventualmente me venció ese ambiente, y enloquecí)
La Natalia? pololea con un ingeniero, que tiene auto. Eso me contó la última vez que nos vimos, hace un año. Le envié un mail hace dos meses preguntándole qué es de su vida. No me ha respondido. Conclusión: los ingenieros que tienen auto también tienen el poder de hacer que sus parejas se olviden de sus amigos artistas.
En marzo empiezo mis estudios de ingeniería en informática.
Hoy hablé con la Valentina. Partimos hablando de un videocast que posteó en tuiter, derivamos en chismes, concluimos con política subrepticia.
Flaca, mi punto es, y me callo: no tengo idea qué mierda estoy haciendo cuando pienso, respiro, camino, leo el diario, cuido a mi abuela, salgo a comprar, me cambio de ropa, escucho música, miro la hora, como, te veo, te beso, te admiro, te amo, te vivo, te recuerdo, pero frecuentemente, muy frecuentemente, siento algo fuera de lo humano sólo con apretarte la mano, y mierda, ese cable a tierra entre mi cabeza de poeta y mis pies de hombre común, es amor para mí, y es real."
Voy a necesitar una tarjeta más grande.
Recuerdo que, inmensamente desesperado, durante esos años me atrincheraba en una sala de computadores de san joaquín y liberaba al parásito poético en emails a una amiga, la Natalia. Ella recibía de buen grado esos correos, los respondía, se jactaba de ellos con sus amigas. No, no eran insinuaciones ni nada parecido, simplemente le decía cómo me sentía directamente, sin el maldito filtro formal de la UC. Esos correos me daban energía suficiente para salir a la isla PUC y vivir de raciones de malos poemas por un tiempo.
(Eventualmente me venció ese ambiente, y enloquecí)
La Natalia? pololea con un ingeniero, que tiene auto. Eso me contó la última vez que nos vimos, hace un año. Le envié un mail hace dos meses preguntándole qué es de su vida. No me ha respondido. Conclusión: los ingenieros que tienen auto también tienen el poder de hacer que sus parejas se olviden de sus amigos artistas.
En marzo empiezo mis estudios de ingeniería en informática.
Hoy hablé con la Valentina. Partimos hablando de un videocast que posteó en tuiter, derivamos en chismes, concluimos con política subrepticia.
Flaca, mi punto es, y me callo: no tengo idea qué mierda estoy haciendo cuando pienso, respiro, camino, leo el diario, cuido a mi abuela, salgo a comprar, me cambio de ropa, escucho música, miro la hora, como, te veo, te beso, te admiro, te amo, te vivo, te recuerdo, pero frecuentemente, muy frecuentemente, siento algo fuera de lo humano sólo con apretarte la mano, y mierda, ese cable a tierra entre mi cabeza de poeta y mis pies de hombre común, es amor para mí, y es real."
Voy a necesitar una tarjeta más grande.
Comentarios