Apología de la Eve

Estamos a horas de la primera vuelta de las elecciones. Me interesa comentar sobre una política que, aunque defiende pensamientos anacrónicos, tiene un sentido del honor gigante y por eso la respeto: la Eve.

Evelyn Matthei es hija de un general de ejército, envuelto en la dictadura de Pinochet. Ese peso lo lleva todos los días, sobre todo siendo figura pública. Sus pasos más importantes en política fueron desde los 80 tardíos hasta hoy, donde ha hecho pega como Diputada, Senadora y Ministra, entre otras. Fue candidata presidencial a inicios de los 90 pero se tuvo que bajar tras el Piñeragate. Hoy, es la candidata oficial del pacto derechista.

¿A qué voy? Bueno a que es uno de los personajes políticos que más basura ha tolerado. El sólo hecho de ser de centroderecha hace que el 60% de Chile la niegue o la putee, y la clase política a cargo del 40% restante se ha dedicado metódicamente a basurearla, abandonarla o utilizarla sin miramientos persiguiendo intereses personales. Lo que me cuesta entender es cómo tras veintitantos años del mismo trato ella sigue siendo leal a su pacto. Sólo me lo explico porque la Eve debe ser una de las pocas figuras políticas en Chile que insisten en poner por delante el servicio a los demás, antes que cualquier otra cosa (Adolfo Zaldívar fue uno en ese bote).

La Eve, a pesar de tan fuerte vocación, hace años que claramente no da más y ha intentado retirarse de la política. La cagaron con Piñeragate (tuvo que cambiarse de partido a pesar de haber sido ella misma la víctima, dejando a Action Piñi libre de polvo y paja), la cagaron con el llamamiento al Ministerio del Trabajo (un cargo que históricamente sólo sirve para liquidar el potencial político, casi tanto como el de Educación), la cagaron con las grabaciones de los comités en el Congreso en que le ganó la mano la tortura psicológica y verbal de Marta Isasi (la definición de todo lo contrario a la Eve: entiéndase una cuica rancia y ladrona, disfrazada de roja, que no parpadea antes de rotear y no abre la boca ni mueve un dedo sin sopesar si ello le cae bien o mal a la gallada y a Pérez-Yoma), y finalmente la cagaron cuando la tiraron como TERCERA opción de candidata a la Presidencia este año, tras sacar a lucir los esqueletos en el closet de Golborne y la bajada por salud de Longueira. ¿Qué mano está detrás de las pegas forzadas? Muy probablemente Jovino Novoa, el Girardi de la derecha. ¿Por qué la Eve acepta tanta mierda? Es un misterio para mí. ¡Tanto bien se puede hacer a la sociedad sin participar en política!

La Eve le ha puesto el pecho a la bala desde Piñeragate hasta las elecciones de este año. Ha dicho públicamente que quiere retirarse y dedicarse a la docencia pro bono desde hace un par de años, pero eso no ha frenado a Novoa de levantar el teléfono cada vez que le hace falta tapar una yaya. Y la Eve acepta el llamado.

Eve, te respeto mucho pero no voy a votar por ti. Aprovecha esta derrota inevitable, punto final de la exhibición de malas decisiones y power trips esquizofrénicos que ha sido la historia reciente del pacto de derecha, y descansa de esta tropa de monos con corbata que se ha mostrado incapaz de dirigir Chile con solidez teniendo los recursos y la oportunidad.